El texto duplicado de Saramago

El hombre duplicado del Nobel Saramago no es su mejor obra. Es un intento fallido de narrar la necesidad del hombre de ser único. Ese deseo egoísta y ambicioso capaz de revolcar nuestra vida solo por el hecho de confirmarnos como únicos e irrepetibles. Lo trágico del libro no es el cuestionamiento natural de qué nos hace únicos, sino la estructura del libro y la narración que Saramago elige para contarnos la deprimente vida de Tertuliano Máximo Afonso. Leer el resto de esta entrada »


Muere Gadafi, Vive Libia

Hoy Libia ya no será más la de ayer. Muamar Gadafi, que gobernó Libia, durante más de cuatro décadas ha muerto. La noticia  tenía que ser verdad, el caos al fin había encontrado su orden. Las tropas y opositores que se enfrentaron a su dictadura durante más de ocho largos meses, hoy celebran la victoria. El ministro de Información, Mahmoud Shamam, manifestó la caída del “pez gordo”, y el pueblo celebra. Todos dejan las armas para cambiarlas por abrazos, las manos lavan su sangre para  teñirlas de blanco, como el cielo  claro que se  proyecta en un nuevo día. Libia es libre, en sus calles ya no se escucharán más bombas, los niños no oirán  más disparos, ya no habrá aviones que temer en el aire,  porque el horizonte es azul, azul, azul. Hombres abandonan los tanques y regresan con sus  mujeres, caminando  al encuentro del hogar, mientras que las raíces del nuevo cáncer se extiende paso a paso. Leer el resto de esta entrada »


Mario Vargas Llosa no entiende un par de groserías

Pasó hoy. Visitaba  páginas de internet aburrido y sin fortuna, hasta que encontré este video en el que Mario Vargas Llosa dice que no entiende dos palabras del español. Ambas son groserías.


El cuaderno de la Muerte

En los lugares menos esperados se reza que debemos seguir las enseñanzas de Dios, cumpliendo los mandamientos indicados, y si lo hacemos permanecerán los mares en calma y la tormenta no vendrá. Al parecer el hombre aspira una vida sin violencia, sin ladrones, sin homicidas, sin corruptos, sin guerras absurdas, sin maltratos infantiles, efectivamente, queremos un día sin malas noticias, un momento de sosiego, sin embargo, hay espada por donde quiera que se respire. Nuestras voces claman pena de muerte con pancartas y manos levantadas que marchan por la avenida  Abancay que nos dirige al congreso de la República, pero nadie nos escuchará, entonces  ¿se puede cambiar el sistema, sin que nadie interfiera en el camino de la verdadera revolución? ¿Qué haríamos si podríamos poner fin a tantos abusos? ¿A quiénes mataríamos? ¿Cuál sería el ideal? ¿Cómo seria un mundo perfecto? Leer el resto de esta entrada »


Apuntes para comprar un libro

Todos vivimos en una cárcel, un pequeño reducto que nos limita y que solo nos otorga lo que tiene. Algunos logramos escapar luego de buscar por años algo parecido a una llave, otros hacemos que nuestra cárcel crezca y ese pequeño aumento del espacio nos aliviante. Pero hay otros, muchos otros, la mayoría, que mueren entre esos fríos barrotes. Muchos de los que mueren sin sacar el pie de su cárcel dan su último respiro con alegría, con sincera felicidad. Como si nunca les hubieran dicho que ese nido en el que vinieron es una cárcel, donde no solo muere el cuerpo sino también la oportunidad. Leer el resto de esta entrada »


El Nobel y el caballo de río

Con frecuencia  tenemos pasiones, sí, pasiones que hacen de nuestra vida un momento agradable: el fútbol, la música, el teatro, la literatura, las estampitas, las telenovelas, los helados, las comidas, los animales y un tumulto de etcéteras que constituirían una lista inagotable, sin embargo, Mario Vargas Llosa sólo tiene una afición vehemente  y no es la de escribir como muchos afirmarían, al contrario, nuestro Nobel peruano, adora a un gran mamífero de pequeñas patas que sostienen tres toneladas de piel recia y oscura,  ese animal lindo, delicado, suave, de garganta chiquita que solo ingiere libélulas revolcándose en el barro y es todo un ejemplo para el ser humano con casi cinco metros de longitud. Así lo sentenciaría Varguitas, «me gustaría hacer el amor como los hipopótamos. Sí, es feo, tosco, da la impresión de la brutalidad, pero, en realidad, es muy delicado. Me emociona esa contradicción». Leer el resto de esta entrada »


El fútbol mata

No debería pero lo hace. El fútbol aquí y en Londres mata. Hinchas, transeúntes, hijos, esposos, madres, sobrinas; algunos cayeron entre el fuego de dos flancos, otros en batalla. Ahora y antes, siempre fue así. Pero, ¿siempre será así? Difícil de contestar en un país que practica la violencia como deporte. Hace solo un año una chica fue arrojada de una couster por un par de hinchas que querían robarle su bolso. La imagen siempre es la misma: lágrimas e indignación. Pero el tiempo, verdadero testigo, demuestra que solo se necesitan unos meses para que la amnesia vuelva.

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