Muere Gadafi, Vive Libia

Hoy Libia ya no será más la de ayer. Muamar Gadafi, que gobernó Libia, durante más de cuatro décadas ha muerto. La noticia  tenía que ser verdad, el caos al fin había encontrado su orden. Las tropas y opositores que se enfrentaron a su dictadura durante más de ocho largos meses, hoy celebran la victoria. El ministro de Información, Mahmoud Shamam, manifestó la caída del “pez gordo”, y el pueblo celebra. Todos dejan las armas para cambiarlas por abrazos, las manos lavan su sangre para  teñirlas de blanco, como el cielo  claro que se  proyecta en un nuevo día. Libia es libre, en sus calles ya no se escucharán más bombas, los niños no oirán  más disparos, ya no habrá aviones que temer en el aire,  porque el horizonte es azul, azul, azul. Hombres abandonan los tanques y regresan con sus  mujeres, caminando  al encuentro del hogar, mientras que las raíces del nuevo cáncer se extiende paso a paso.

La historia ocurre a inicios de este año, con protestas pacíficas que se hacían escuchar luego del derrocamiento de los regímenes en Túnez y Egipto (ambos países fronterizos con Libia), fue entonces que se originó una serie de disturbios en la capital de Libia, Trípoli, que se extendió por el resto de ciudades del país. Marchas que exigían reformas en cuanto a los derechos humanos y el derecho a la libertad expresión, buscando que Gadafi dejara el poder, sin embargo el rey de Libia no cedería fácilmente, amenazando con morir antes de dejar su gobierno y prometiendo “miles de muertos”, promesa  que ha cumplido hasta la fecha. Las respuestas del dictador Gadafi frente a las protestas, ya son conocidas por el mundo entero, se contestó con fuego a los manifestantes, hubo bombas, ataques aéreos, privaciones de libertad, muertes, millones de refugiados, generando así, la guerra civil del tercer milenio.

Ciertamente  la cabeza de Gadafi tuvo un precio, los rebeldes y ministros cercanos a él intentaron matarlo sin mucha fortuna. Las tropas de los opositores estaban dispuestos a dar su vida por una Libia libre sin más dictaduras. El apoyo de países extranjeros no tardaron en llegar, EE.UU, Francia, La Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) movieron aviones, barcos, tanques y demás fuerzas militares para sumarse curiosamente a los rebeldes de Libia, siendo ellos “demócratas” de tinta y papel, pero, ¿qué hay detrás del disfraz de los derechos humanos?, ¿Cuáles eran los verdaderos intereses para despojar a Gadafi del poder? La pregunta de rigor que nos debemos hacer es ¿qué tienen en común Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán? La respuesta salta a la luz, todo fue por el petróleo y las 144 toneladas de oro situadas en las bóvedas de Libia. Ahora hay  que observar si luego de la muerte de Gadafi, el nuevo banco central se unirá al Banco de Pagos Internacionales (BPI), si la industria petrolera nacionalizada será vendida a los inversionistas, y si la educación y el servicio de salud seguirán siendo gratuitos, entonces,  ¿acabó la guerra?

Los siete países mencionados no figuran  entre los 56 bancos miembros del Banco de Pagos Internacionales (BPI). Esto, evidentemente, los pone fuera del gran cuerpo regulatorio del ‘banco de los banqueros centrales’ localizado en Suiza. En buena cuenta eran independientes y esa soberanía causaba molestia a los miembros de la BPI. Kenneth Schortgen, señaló que: “Seis meses antes de que los Estados Unidos se desplegaran a Irak para derrocar a Saddam Hussein, el país petrolero (Iraq) había realizado la maniobra de aceptar euros en lugar de dólares por el petróleo, y esto se convirtió en una amenaza para la dominación global del dólar como moneda de reserva a través del petrodólar” Gaddafi tomó una medida similar, inició un movimiento para rechazar el dólar y el euro, y pidió a las naciones árabes y africanas utilizar una nueva moneda a cambio: el dinar de oro. Gaddafi sugirió el establecimiento de un continente africano unido, con sus 200 millones de habitantes utilizando esta moneda única. Durante el pasado año, la idea fue aprobada por muchos países árabes y la mayoría de países africanos. Sus opositores sólo fueron la República de Sudáfrica y la cabeza de la Liga de Estados Árabes.

La iniciativa fue vista negativamente por los Estados Unidos y la Unión Europea, quienes tildaron a Libia de una nueva amenaza para la seguridad financiera de la humanidad, sin embargo Gadafi no se dejó influenciar y continuó con su iniciativa para la creación de una África unida y los resultados ya los conocemos. La mañana es azul, azul, azul, Libia renace de sus escombros sin tener leyes que respetar, el Consejo Nacional de Transición (rebeldes libios) en los próximos días asumirán tal vez el mando o acaso milagrosamente aparecerá un partido político que dirigirá la vanguardia del país, no lo sabemos. Libia no tiene rey y se enfrenta a una  crisis política. Gadafi a muerto pero Libia aún sigue viva, sí, sobrevivió a la guerra civil, ¿pero qué pasará mañana? Hay incertidumbre por donde quiera que uno respire. El pueblo se divide, unos lloran la muerte (los Gaddadfa), otros siguen manteniendo la firmeza de las armas (los Magarha) pero muchas madres, niños y hombres quieren paz, paz, paz.

Para la OTAN y toda la tropa de EE.UU, la guerra recién empieza, hay que controlar a los rebeldes, hay armas y resentimientos que se pueden encontrar, dando paso a un nuevo conflicto. La cabeza a sido cortada pero el cáncer se extiende por todo el cuerpo. Que la memoria no nos traicione, que nadie olvide lo que pasó con IRAK. Que los Derechos Humanos no sean más una máscara para seguir sacando petróleo y matar a gente inocente. Señoras y señores, quién sigue en la lista, ¿Siria, Líbano, Somalia, Sudán o Irán?

¿Hasta dónde debemos, practicar las verdades?

Despierta

---