Los besos del Kamasutra y el Vaticano

Paletazo a la una, paletazo a las dos, paletazo a las tres y fotomontaje otra vez. Tenía que ser mentira aunque ciertamente las imágenes valen más que mil palabras, si es que cabe el término en estas circunstancias escabrosas, de besos desenfrenados y otras mentiras, donde la cabeza de la iglesia, nada más y nada menos que nuestro Benedicto XVI y el jeque de Al Azharse (líder musulmán), se encuentran involucrados a tientas en un “Beso Polémico” que marcaría un nuevo acontecimiento dentro de los grandes “chapes” de la historia. Las imágenes hablan por sí solas, no hay que agregar nada al cuento, pero, quién podría jurar que estas cosas pasarían en los recintos del Vaticano donde se reza el padre nuestro golpeándose el pecho a diario. Santo cielo, que Dios nos coja confesados, porque el fin  debe estar cerca.

Hace algunos días atrás (jueves) los ojos del mundo estaban sujetos a una fotografía que para algunos significaba la aprobación del tercer sexo, para otros una salida del closet a carta cabal y para muchos un gran fotomontaje, que se confirmaría cuando el Vaticano anunciaría que emprendería acciones legales contra la distribución de la imagen, que era parte de una campaña publicitaria de la firma italiana de Benetton, conocida por su marca de textiles usados en todos los continentes. Dimes y diretes empezaron a surgir, por aquí y por allá, hasta que Mahmud Azb tiró la primera piedra y tachó el acto en un comunicado difundido por la agencia oficial egipcia MENA de “feo, infantil e inapropiado, y que obstaculiza los esfuerzos de diálogo entre los seguidores de las religiones monoteístas”. La prensa vaticinaba confrontaciones contra la libertad de expresión y las fracturas que se darían entre las relaciones que se venían dando entre la iglesia de San Pedro (Católica) y la religión musulmana, dañándola hasta la fecha. La marca Benetton no tardaría en confesar sus pecados anunciando que retirarían de modo inmediato el fotomontaje utilizado en su última campaña publicitaria, lamentando  el uso de la imagen del pontífice, y las heridas provocadas a la Santa Sede y de los demás fieles católicos. Sin embargo  aún no sabemos si el pecado será absuelto, pero sí es conocida la sentencia del Papa, la misma de siempre, tres Ave María y tres Padre nuestro, y cuenta nueva.

Pero vamos, hablemos de cosas más serias y de mayor relevancia, sí, hablemos de los besos y sus inicios en nuestra era, ¿fue antes o después de cristo? Aquellos besos que se confiesan los enamorados ciegamente, bajo la noche y el silencio del mar, porque quién no ha besado alguna vez en su vida, al menos para el consuelo  a su padre o a su madre. Valgan verdades el tema tiene transcendencia  y una historia milenaria que la viste, nos referimos, a que los  grandes “chapes” existieron y tuvieron origen mucho antes de los inicios de las escrituras en las cavernas, efectivamente, el beso es tan antiguo como la vida del hombre, surgiendo como una instintiva forma de demostrar afecto a otro ser. Entonces cabe preguntarnos, ¿quién dio el primer beso en el planeta tierra? La respuesta salta a la luz cuando estudios afirman que el primer beso fue la de una madre hacia su hijo, la sangre de su sangre, su retoño, su guagua, su cría, su bebé. Numerosas interpretaciones buscan el origen del beso en el impulso de succión del bebé, las tendencias canibalísticas (el mordisco amoroso), o la costumbre de tribus primitivas de olfatearse y olerse. No obstante, surgieron otras teorías que señalaban que el origen del beso se remonta hasta el hombre del Cromagnon, cuando la mujer del Cromagnon alimentaba a sus crías masticando la comida hasta hacerla puré que luego pasarla de su boca a la de su pequeño. Sin duda la historia nos refresca la memoria, otorgando claras referencias del asunto en cuestión, cuando se apunta una última referencia de antaño, donde se dice que los besos fueron esculpidos 2.500 antes de Cristo,  en las paredes de los templos de Khajuraho, en la India.

El fotomontaje del mandamás de la iglesia y el musulmán no nos deberían causar sorpresa, porque los hombres se besaron desde siempre. Una muestra de ejemplo son los persas, quienes tenían por costumbre darse besos en la boca, paletazo gritarían muchos, pero el acontecimiento es verás, ya que los hombres del mismo nivel jerárquico se saludaban con un beso en la boca, mientras si dos hombres eran considerados jerárquicamente inferiores, el beso debía ser dado en el rostro. En fin, son cosas que también quedaron registradas en el Kamasutra, que por su parte describe tres clases de besos, coge un lapicero y toma nota. Tenemos los que se hacen llamar como el Beso Nominal, donde los labios apenas se tocan; seguidamente está el Beso Palpitante en el que se mueve el labio inferior, pero no el superior; y el último que es el Beso de Tocamiento, en el que participan labios y lengua.

Por ello la historia de los besos ha ido evolucionando a través de los años, enfrentándose a diferentes prejuicios, guerras, censuras, revoluciones, en las cuales el amor triunfó, por lo que tenemos como legado infinidad de besos, desde los Polémicos, los del Vaticano, los del Kamasutra, los besos a la francesa, los del Loco Vargas, los besos de Judas, los besos del cine, los besos a lo Romeo y Julieta,  los besos sin compromiso, los mata pasiones, los quita calzones, los violentos, los desenfrenados, los que nos roban suspiros, como el beso esquimal que sirve para decir cariño en todas sus frases.  Besos por aquí y besos por allá, y  todos son distintos en cada cultura y tienen distinto significado en cada época, como aquel beso de Madonna y Britney Speras que traspasó fronteras, donde todo nos indica que el filósofo Platón tuvo razón al mencionar, que se siente gozo al besar. ¿Será cierto eso? Será posible, que las disputas entre naciones se disuelvan con la magia de un beso y entendamos de una vez el universo del amor como el único  medio de liberación.

Ahora sí, a una sola voz…paletazo a la una, paletazo a las dos, paletazo a las tres…



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